La quesada como su nombre indica tiene una
relación directa con el queso. Se menciona ya en el "Libro de buen amor” del Arcipreste
de Hita, siglo XIV, donde se puede leer: “queso asado, leche, natas”. En su receta
original se hacía con leche fresca de vaca a la que se agregaba cuajo natural, que se produce en el estómago del animal cuando está en periodo de
lactancia y que contiene una enzima que provoca el cuajado de la leche. Una vez añadido el cuajo a la leche y tras un periodo de reposo queda un líquido, el suero, que se separa y escurre dejando como resultado ese queso fresco, que es más bien una cuajada.
Hay muchas formas de hacer una buena quesada, podemos seguir
los pasos de la receta más tradicional: 500 gramos de cuajada o queso freso, 4
huevos, 100 gramos de mantequilla, 250 gramos de azúcar, 100 gramos de harina,
½ ralladura de limón, y canela (una cuchara de café). Para la cuajada, en un
litro de leche fresca, dos cucharaditas de cuajo. El cuajo puede ser natural,
vegetal o sintético.
O bien hacer una receta
más sencilla, práctica y no menos rica, usando estos ingredientes:
1-2 huevos.
2-90 gramos de azúcar.
3-150 gramos de harina.
4-50 gramos de mantequilla.
5-1 yogur natural o de limón.
6-1/2 litro de leche.
7-Ralladura de limón.
8-Canela en polvo, una cucharada pequeña.
Para su elaboración: se unta el molde con mantequilla, no se
necesita un molde muy profundo. En un bol, se mezclan los huevos, el azúcar y
la mantequilla atemperada, batiéndolos bien. Se añade el yogur, la ralladura de limón y la leche. Se consigue una masa ligera a la que se le va añadiendo poco a poco la harina tamizada. Para finalizar se echa en el molde y se espolvorea con la canela.
Se introduce 40 o 50 minutos a
180º, en el horno precalentado.
En Cantabria hay muchas casas que realizan unos productos
excepcionales, es un postre sencillo que acompaña perfectamente cualquier
sobremesa.