En la zona oriental de Cantabria podemos disfrutar del
parque natural de los Collados del Asón y su valle.
Lugar emblemático con ríos destacados como el Asón y su
afluente el Gándara, montañas como el picón del Fraile de 1615 metros de
altitud, una gran formación caliza donde el agua mediante la karstificación ha
ido moldeando las rocas dando lugar, a multitud de cuevas y grutas. Hay más de
4.000 cavidades catalogadas, ubicándose aquí algunos de los sistemas subterráneos
más grandes de la región. Podemos destacar Covalanas, Cullalvera, El Mirón, La
Haza y Cueto-Coventosa, como cuevas importantes. Covalanas y Cullalvera son visitables.
Covalanas es de pequeñas dimensiones y es famosa por sus pinturas de las
ciervas rojas, Cullalvera es una cavidad de grandes dimensiones en las que no
se pueden contemplar pinturas pues no están accesibles al público, pero si
disfrutar de un paseo por el interior contemplando las corrientes de agua en
los días de lluvias y disfrutar de su historia. Por otro lado, Cueto-Coventosa
es famosa por su nivel y belleza para practicar la espeleología y El Mirón muy importante gracias a unas excavaciones realizadas en el 2010 donde se pudo descubrir
el que podía ser el primer enterramiento del magdaleniense encontrado en la península
ibérica.
El río que da nombre, a este valle profundo, es el Asón que
nace en la cascada de Cailagua, inmensa forma de cola de caballo de más de 50
metros, situada en Soba, en la peña de Azalagua a una altitud de 680 metros,
recorriendo unos 44 kilómetros hasta llegar al mar y desembocar en la bahía de
Santoña a través de la ría de Treto. En Ramales de la Victoria recibe a su
principal afluente el Gándara, encontrándose después los mejores cotos de
salmones de la región. Se pueden contemplar restos de milenarios glaciares en
la parte mas alta y media de caliza permeable, siendo la zona baja de suaves
colinas y amplias llanuras.
Los bosques autóctonos ocupan la mayor parte de la
superficie, destacaremos en la parte fluvial, alisos, robles, olmos de montaña,
tilos, arbustos como los endrinos; encinas y madroños en las zonas inferiores y
pasando los 650 metros de altitud, hayas, acebos y en las zonas más expuestas
enebro. De la fauna podemos decir que debido a la gran cantidad de cuevas se
pueden encontrar murciélagos, pudiendo ver también zorros, erizos, buitre común
y en la zona de ribera sapo, tritón y en el nacimiento del Asón, salmones,
anguilas y truchas.
Es una comarca predominantemente ganadera y agrícola, que
con el tiempo va adaptándose a nuevas formas de economía como el turismo y el
deporte de aventura. Hay numerosas rutas de senderismo, vías ferratas para
deporte de montaña más especializado y la posibilidad de descenso de barrancos
con diferentes niveles de dificultad. Acompañado de un clima atlántico de temperaturas
suaves, templado con escasa oscilación térmica.
Su patrimonio histórico es destacable como la Iglesia de
San Pelayo en Arredondo de estilo neoclásico del siglo XIX y bien de interés
cultural del 1988, casonas, Torre medieval e Iglesia de San Martín de Quintana
en Soba, ermita románica de La Busta y el Palacio de la Gándara 1535.
Visitar esta zona supone un contacto con la naturaleza en un
entorno privilegiado pudiendo simplemente disfrutar paseando por sendas aptas
para todo el mundo o dejarse llevar por los deportes de aventura.