Situado en la costa
occidental de Cantabria, fue declarado parque natural en 1988, siendo su
principal objetivo la conservación de este paraje natural evitando así el
peligro de desaparición de sus dunas y playas, formando un ecosistema propio de
la costa cántabra.
Dentro del parque, encontramos playas como la de Merón, La
Gerra y Oyambre, esta última, comienza en la desembocadura de la ría de la
Rabia y se extiende a lo largo de casi dos kilómetros hacia el oeste.
El parque tiene una extensión de 57 kilómetros cuadrados
entre Comillas y San Vicente de la Barquera con una elevada importancia
ecológica.
Las playas destacan entre las mejores para la practica del
surf, por lo que es fácil ver sobre todo en verano gran cantidad de aficionados
a este deporte, cuenta con todos los servicios, un amplio aparcamiento y
camping. La mejor época para surfear sigue siendo otoño-invierno, aunque cuando
más se disfruta es en verano. Cuenta en el entorno con un campo de golf, fundado en 1924 por el conde de Güell, marques de comillas, inaugurado y
frecuentado por el rey Alfonso XIII, en total 9 hoyos, en terreno de dunas, acompañados por este entorno maravilloso de mar y montañas.
Vamos a mencionar una curioso suceso que aconteció en esta pequeña localidad en el año 1929. Debemos
situarnos en esta época histórica de la aviación. A nivel local hay que
recordar que ya en 1913 el cántabro Juan Pombo Ibarra realizó el primer vuelo
Santander-Madrid, por su parte, Salvador Hedilla un vuelo que conectó por primera vez la
península Ibérica con la isla de Mallorca y otro hombre ilustre de la tierruca, Joaquín Cayón, parte de Santander el 21 de mayo de 1935 y tras atravesar
diversos países aterriza en México D.F después de 76 horas de vuelo.
En este momento tan fecundo a nivel aeronaútico, tres franceses conseguirán
realizar el primer vuelo trasatlántico europeo sin escalas. La aventura la
llevan a cabo Jean Assollant, comandante y primer piloto, René Lefrève,
navegador de vuelo y Armand Lotti, artífice y organizador de esta aventura. El
avión es un Bernard 191GR (Grand Raid) de la que solo se fabrican tres unidades,
todas ellas dedicadas a cubrir grandes rutas aéreas y pintado de un llamativo
color amarillo, llevando el nombre de Oiseau Canari (Pájaro Amarillo).
El viaje parte de Nueva York, de la playa Old Orchard, situada al norte de Boston. Se escogió esta alargada extensión de arena ya que los aeródromos americanos no disponían de una pista tan larga para poder
despegar un avión de gran envergadura como el Pájaro Amarillo.Ya realizados todos los preparativos, se tuvo
que construir una pequeña pasarela de madera para los primeros metros de
despegue sobre la arena, y se subió la carga que consistía en un total de
ciento ochenta cartas que quedaron embarcadas el 13 de junio. En la víspera del
viaje, Lotti decidió vaciar de los tanques de combustible cien litros para
aligerar la carga. Consideraba que llevarían mucho peso y eso ralentizaría el
vuelo. Llevaron a bordo lo imprescindible, algo de comida, agua y una botella
de whisky para celebrar la llegada.
Así que el 13 de junio de 1929 a las 10.08 horas de Nueva
York, parte de Old Orchand el vuelo con destino a París. Pero lo curioso de
este viaje es que nada más despegar descubrieron que tenían otro pasajero a
bordo, un polizón Arthur Schreiber, que solo por razones de aventura, o al
menos eso fue lo que él manifestó siempre, se subió a bordo de la aeronave y
sin querer complicó el vuelo más de lo que se podía imaginar, ya que con su
peso aumento el consumo de combustible y a punto estuvo de dar al traste con la
hazaña.
Después de un viaje lleno de sobresaltos y cubierto en parte
por el mal tiempo, a lo que hay que añadir el vaciado de combustible que
hicieron antes de comenzar el viaje y el polizón, que ha supuesto un gasto
extra, su objetivo de llegar a París se entiende imposible. El problema ahora
es donde aterrizar. Esta anocheciendo y no les queda mucho tiempo, así que
deciden aterrizar en la playa de Oyambre, gracias a la pericia de su piloto
todo acontece sin más sobresaltos a pesar de la dificultad. Han trascurrido 29
horas y 32 minutos desde que despegaron, cruzando el Atlántico norte sin
escalas, cubriendo casi una distancia de 6.000 kilómetros. Son las 20.40 hora
local del 14 de junio. La playa esta apartada de la población mas cercana que
es Comillas, tardaron algunas horas en que alguien les pudiera ayudar. En la
villa, fue todo un acontecimiento y una auténtica fiesta. Permanecen allí desde
su llegada hasta el 16 de junio, en que que parten rumbo a París, después de hacer
algunas reparaciones técnicas en el aparato. A las 6.45 del día 16, el avión
despegó desde la misma playa de Oyambre rumbo a su destino. Continúan su vuelo
sin contratiempos hasta que, a la altura de la costa francesa, en Las Landas,
el motor se para en seco, así que repiten un aterrizaje de emergencia en la
playa de Mimizan les Bains. Una vez han repostado, a las 17:45 del 16 de junio
de 1929 reemprenden la última etapa Cazeaux-París. Este vuelo dura hora y media
y así a las 20:47 h, aterrizan en el aeródromo de Le Bourget. Termina aquí este
vuelo Nueva York-Paris, sus tripulantes fueron recibidos como héroes, sin
olvidarnos de su polizón que hizo pasar este vuelo a la historia como el
primero en cruzar el Atlántico Norte con un pasajero.
En Oyambre, se levantó un monumento, recordando la gesta, durante unos años languideció, bastante abandonado, pero recientemente se ha restaurado, manteniendo viva la
aventura de los hombres que al principio del siglo XX comenzaban a escribir la
historia de la aviación.
Nota: Para profundizar en todo lo referente a los detalles de este viaje
trasatlántico es altamente recomendable la consulta del libro “El Pájaro Amarillo en Oyambre” de
Carmen Cabezón.